Aun cuando en teoría, la mayoría tenemos muy claro que hay una gran diferencia entre lo que somos, lo que hacemos y lo que nos pasa, a la práctica nos solemos confundir un poco. Todos hemos dicho alguna vez qué niño más malo y no qué diablura que ha hecho este niño, o qué persona más desgraciada y no qué desgracia que ha sufrido esta persona. Aun cuando pueda parecer una obviedad, a nivel conceptual hay una gran diferencia.
Tendemos a confundir lo que hacemos con lo que nos pasa y con el que somos y esto hace que a veces nos quedemos limitados o prisioneros de las etiquetas que nosotros mismos nos ponemos o que los otros nos cuelgan.
Para ilustrar la idea podríamos decir que el YO SOY es como el conductor de un vehículo y el YO HAGO es el vehículo. Lo que ME PASA son las experiencias que tengo con el vehículo.
Análogamente, el YO SOY es nuestra ESENCIA como individuos, el YO HAGO son las ESTRATEGIAS que utilizamos por vivir y lo que ME PASA es nuestra vida.
Algunas de las ESTRATEGIAS son inherentes y personales, otras son aprendidas o heredadas de los padres, otras vienen condicionadas por nuestros entornos sociales y culturales. Nuestra personalidad las utiliza para interaccionar con el mundo y con los otros. Cuando utilizamos repetidamente una estrategia, esta se suele convertir en un PATRÓN. La mayoría de estos patrones son coherentes y positivos y son los que nos permiten vivir pero hay otros que son incoherentes y destructivos. Estos últimos a veces funcionan de manera tan inconsciente que ni nos damos cuenta y entonces es cuando creemos que este patrones forman parte de nuestra esencia. Y si no somos conscientes de estos patrones incoherentes, seremos esclavos de ellos porque afectarán sin remedio nuestras decisiones, nuestros pensamientos y emociones y nuestras acciones.
En el caso del ejemplo del vehículo, si vivimos estos patrones de manera inconsciente, el coche nos llevará a donde él quiera y pensaremos que la vida es aquello que nos pasa, mientras que si somos conscientes de cuáles son nuestros patrones y por lo tanto de cuál es nuestro vehículo, lo podremos conducir hacia donde nosotros queramos.
Por ejemplo, ponemos por caso una persona que utiliza el patrón de victimismo para moverse por la vida y para conseguir aquello que necesita, que seguramente será amor y atención. Esta persona no es una víctima por definición sino que utiliza esta estrategia para relacionarse. Si no es consciente de ello, nunca podrá cambiar su vida porque ella realmente creerá que es una víctima. Pero si se da cuenta que es una estrategia incoherente, que puede haber sido heredada o promovida por un entorno social, entonces podrá decidir si la quiere seguir ejerciendo o no. Y esta conciencia le dará conocimiento sobre si misma y le dará libertad por actuar de una manera diferente. Esta persona se habrá convertido un poco más en YO SOY, habrá decidido y, lo más importante, será creadora de su realidad.
Hay una cita de Ken O’Donnell, consultor y especialista en autogestión y calidad de vida, que describe muy bien lo que he querido explicar y dice así: "Si el verbo SER es el que rige tu vida podrás tener acceso a todo el potencial y cualidades que te ayudan a ESTAR, a HACER y a TENER el que de verdad deseas. Por algo nos llamamos SERES humanos".
Entre los muchos caminos que nos ayudan a descubrir este YO SOY, la Astrología es uno de muy eficiente y los que han trabajado con ella o se han hecho alguna vez una consulta de Astrología Psicológica saben bien de qué hablo. ¿Por qué? Pues, porque la Astrología nos permite conocer de una manera clara y profunda qué patrones utilizamos para vivir. También nos ayuda a entender porque los utilizamos y a descubrir qué potenciales personales tenemos para cambiarlos, en el supuesto de que estos no sean coherentes o constructivos. ¿Como lo hace? La respuesta a esta pregunta es bastante más compleja y es lo que intentaré ir explicando en los artículos de este blog.
Tendemos a confundir lo que hacemos con lo que nos pasa y con el que somos y esto hace que a veces nos quedemos limitados o prisioneros de las etiquetas que nosotros mismos nos ponemos o que los otros nos cuelgan.
Para ilustrar la idea podríamos decir que el YO SOY es como el conductor de un vehículo y el YO HAGO es el vehículo. Lo que ME PASA son las experiencias que tengo con el vehículo.
Análogamente, el YO SOY es nuestra ESENCIA como individuos, el YO HAGO son las ESTRATEGIAS que utilizamos por vivir y lo que ME PASA es nuestra vida.
Algunas de las ESTRATEGIAS son inherentes y personales, otras son aprendidas o heredadas de los padres, otras vienen condicionadas por nuestros entornos sociales y culturales. Nuestra personalidad las utiliza para interaccionar con el mundo y con los otros. Cuando utilizamos repetidamente una estrategia, esta se suele convertir en un PATRÓN. La mayoría de estos patrones son coherentes y positivos y son los que nos permiten vivir pero hay otros que son incoherentes y destructivos. Estos últimos a veces funcionan de manera tan inconsciente que ni nos damos cuenta y entonces es cuando creemos que este patrones forman parte de nuestra esencia. Y si no somos conscientes de estos patrones incoherentes, seremos esclavos de ellos porque afectarán sin remedio nuestras decisiones, nuestros pensamientos y emociones y nuestras acciones.
En el caso del ejemplo del vehículo, si vivimos estos patrones de manera inconsciente, el coche nos llevará a donde él quiera y pensaremos que la vida es aquello que nos pasa, mientras que si somos conscientes de cuáles son nuestros patrones y por lo tanto de cuál es nuestro vehículo, lo podremos conducir hacia donde nosotros queramos.
Por ejemplo, ponemos por caso una persona que utiliza el patrón de victimismo para moverse por la vida y para conseguir aquello que necesita, que seguramente será amor y atención. Esta persona no es una víctima por definición sino que utiliza esta estrategia para relacionarse. Si no es consciente de ello, nunca podrá cambiar su vida porque ella realmente creerá que es una víctima. Pero si se da cuenta que es una estrategia incoherente, que puede haber sido heredada o promovida por un entorno social, entonces podrá decidir si la quiere seguir ejerciendo o no. Y esta conciencia le dará conocimiento sobre si misma y le dará libertad por actuar de una manera diferente. Esta persona se habrá convertido un poco más en YO SOY, habrá decidido y, lo más importante, será creadora de su realidad.
Hay una cita de Ken O’Donnell, consultor y especialista en autogestión y calidad de vida, que describe muy bien lo que he querido explicar y dice así: "Si el verbo SER es el que rige tu vida podrás tener acceso a todo el potencial y cualidades que te ayudan a ESTAR, a HACER y a TENER el que de verdad deseas. Por algo nos llamamos SERES humanos".
Entre los muchos caminos que nos ayudan a descubrir este YO SOY, la Astrología es uno de muy eficiente y los que han trabajado con ella o se han hecho alguna vez una consulta de Astrología Psicológica saben bien de qué hablo. ¿Por qué? Pues, porque la Astrología nos permite conocer de una manera clara y profunda qué patrones utilizamos para vivir. También nos ayuda a entender porque los utilizamos y a descubrir qué potenciales personales tenemos para cambiarlos, en el supuesto de que estos no sean coherentes o constructivos. ¿Como lo hace? La respuesta a esta pregunta es bastante más compleja y es lo que intentaré ir explicando en los artículos de este blog.
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