Tras el último artículo, quizás os preguntaréis si para una misma consulta, astrólogos distintos os dirían lo mismo. ¡Buena pregunta!
En una consulta astrológica intervienen diversos factores que hacen que nunca se produzcan dos consultas iguales. Una buena consulta astrológica no es un monólogo del astrólogo, sino que es un diálogo, en el cual participan el astrólogo y el consultante y por lo tanto dependerá de estas dos personas.
Con respecto al consultante éste puede tener un día más o menos receptivo, puede estar más emocional o más racional y puede tener una comunicación más o menos fluida o fácil con el astrólogo.
Con respecto al astrólogo, este debe garantizar un mínimo de calidad en varios aspectos. Para empezar es primordial que el astrólogo tenga una buena preparación técnica en términos astrológicos y ha de haber preparado bien la lectura. También debe saber establecer una buena comunicación con el cliente, promoviendo un entorno de tranquilidad y confianza, en el cual el cliente se sienta cómodo y nada amenazado.
Otro factor esencial que debe cumplir un buen astrólogo es un alto grado de autoconsciencia y autoconocimiento. Esto ayuda a garantizar que el astrólogo sea el máximo de objetivo posible y no influya en la lectura, ni tenga ninguna proyección personal. Hace falta que sepa no juzgar, ni interpretar bajo sus prejuicios, manías o miedos la carta de la otra persona, porque entonces la lectura sería sesgada.
A parte de esto, cada astrólogo ha tenido experiencias diferentes, ha hecho un trabajo personal concreto y tiene cualidades, habilidades y actitudes diferentes y esto también impregnará la consulta.
Por lo tanto habrá una parte de la lectura que seguramente será común a todos los buenos astrólogos. Pero también habrá otra que será de cosecha propia del astrólogo y vendrá definida por su manera especial de ver y vivir la vida y por su comunicación particular con el consultante.
Es como si os preguntarais: ¿todos los amigos son iguales? Bien, hay ciertas cualidades que deben estar y que son comunes a todos los amigos y coinciden con la definición de amigo pero os daréis cuenta que todos los amigos también tienen su peculiaridad personal y esto es lo que los hace diferentes y nos enriquece la vida. Y de hecho, todos experimentamos la amistad de manera diferente con cada amigo. Pues con la Astrología pasa lo mismo.
En una consulta astrológica intervienen diversos factores que hacen que nunca se produzcan dos consultas iguales. Una buena consulta astrológica no es un monólogo del astrólogo, sino que es un diálogo, en el cual participan el astrólogo y el consultante y por lo tanto dependerá de estas dos personas.
Con respecto al consultante éste puede tener un día más o menos receptivo, puede estar más emocional o más racional y puede tener una comunicación más o menos fluida o fácil con el astrólogo.
Con respecto al astrólogo, este debe garantizar un mínimo de calidad en varios aspectos. Para empezar es primordial que el astrólogo tenga una buena preparación técnica en términos astrológicos y ha de haber preparado bien la lectura. También debe saber establecer una buena comunicación con el cliente, promoviendo un entorno de tranquilidad y confianza, en el cual el cliente se sienta cómodo y nada amenazado.
Otro factor esencial que debe cumplir un buen astrólogo es un alto grado de autoconsciencia y autoconocimiento. Esto ayuda a garantizar que el astrólogo sea el máximo de objetivo posible y no influya en la lectura, ni tenga ninguna proyección personal. Hace falta que sepa no juzgar, ni interpretar bajo sus prejuicios, manías o miedos la carta de la otra persona, porque entonces la lectura sería sesgada.
A parte de esto, cada astrólogo ha tenido experiencias diferentes, ha hecho un trabajo personal concreto y tiene cualidades, habilidades y actitudes diferentes y esto también impregnará la consulta.
Por lo tanto habrá una parte de la lectura que seguramente será común a todos los buenos astrólogos. Pero también habrá otra que será de cosecha propia del astrólogo y vendrá definida por su manera especial de ver y vivir la vida y por su comunicación particular con el consultante.
Es como si os preguntarais: ¿todos los amigos son iguales? Bien, hay ciertas cualidades que deben estar y que son comunes a todos los amigos y coinciden con la definición de amigo pero os daréis cuenta que todos los amigos también tienen su peculiaridad personal y esto es lo que los hace diferentes y nos enriquece la vida. Y de hecho, todos experimentamos la amistad de manera diferente con cada amigo. Pues con la Astrología pasa lo mismo.
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