Una parte de los detractores de la Astrología lo son porque creen que la Astrología intenta demostrar que los astros nos influyen. De este malentendido ya hablamos en uno de los primeros artículos. Si lo queréis leer, haced clic aquí.
Otra parte de los críticos más enconados lo son porque creen que la Astrología es determinista o, lo que quiere decir lo mismo, que intenta o puede determinar nuestras vidas. Y es sobre este punto que me gustaría reflexionar, no con la intención de convencer a nadie, ya que todo el mundo es bien libre de pensar y creer lo que quiera, sino para explorar algunos fundamentos de la Astrología Psicológica.
La Astrología no nos determina. De hecho, nosotros somos los que determinamos nuestra vida y nuestro futuro. Y lo hacemos con nuestras decisiones, con nuestras creencias, con nuestros prejuicios, con nuestras aspiraciones, con nuestros potenciales y también con nuestras limitaciones, con nuestros complejos y nuestros miedos, con nuestras experiencias previas y con nuestros entornos familiares, sociales y culturales. Somos nosotros quienes determinamos nuestra vida.
Pero, ¿QUÉ ES NUESTRA VIDA? ¿ES LO QUE NOS PASA O ES CÓMO VIVIMOS EL QUE NOS PASA?
Para ilustrarlo podemos imaginar a dos personas que han pasado por una misma experiencia que podríamos definir en términos genéricos como difícil, como por ejemplo una misma enfermedad grave. Una de ellas la puede haber vivido de una manera absolutamente traumática y en cambio la otra la puede haber vivido como una oportunidad por darse cuenta de cosas y para cambiar conductas vitales que no funcionaban.
Cuando las dos miran su vida pasada, la primera siente este periodo de su vida como una desgracia mientras que la segunda lo siente como una época de experiencias vitales profundas y significativas. De hecho una misma experiencia vital se habrá convertido en experiencias diferentes y por lo tanto habrá modelado vidas diferentes.
Ya sabemos que con nuestras decisiones y acciones podemos cambiar muchos acontecimientos de nuestras vidas y por lo tanto también nuestras vidas. Pero ¿qué pasa con los acontecimientos que nos vienen dados desde fuera y que no se pueden cambiar? Si somos conscientes de que nuestras vidas están modeladas por la manera como vivimos nuestras experiencias, nos daremos cuenta que quizás no podremos cambiar ciertas experiencias pero sí que podremos cambiar como las queremos vivir y esto dependerá de una decisión personal y libre. Y cuánto más nos conozcamos a nosotros mismos, más fácil nos será tomar decisiones personales y libres.
Y ¿QUÉ QUIERE DECIR CONOCERSE UN MISMO?
Muchas veces tenemos falsas creencias sobre nosotros. Creemos que actuamos de una manera y resulta que lo hacemos justo de la manera contraria. Creemos que son los otros los que nos hacen cosas que no nos gustan y no nos damos cuenta que somos nosotros los que las provocamos. A veces nuestras acciones se mueven por prejuicios o miedos de los cuales no somos conscientes. A veces vivimos la vida con tanta subjetividad que nuestra visión de las cosas y de los acontecimientos es completamente diferente de la de los otros.
Autoconocerse quiere decir darse cuenta o tener conciencia de todo esto. Quiere decir saber qué miedos y prejuicios tenemos y qué tipos de pautas y conductas generan estos en nosotros. Quiere decir saber qué queremos. Quiere decir saber qué necesitamos, como podemos aprender a pedirlo o qué recursos tenemos por conseguirlo. Quiere decir interpretar objetivamente como los otros responden a nuestras acciones. Quiere decir interpretar objetivamente como respondemos nosotros a las acciones de los otros y porque lo hacemos de determinada manera. Quiere decir conocer qué hábitos y conductas funcionan de manera automática en nuestra relación con los otros o con la vida.
Si no somos conscientes de como actuamos o de como respondemos a ciertas acciones, no podremos cambiar esta manera de actuar o de responder y por lo tanto seremos prisioneros de ella. En cambio, si nos damos cuenta de como actuamos de manera automática o inconsciente, podremos pararnos y decidir cuál queremos que sea nuestra respuesta ante una situación determinada.
Como ya he comentado otras veces, hay muchas maneras de llegar a este autoconocimiento y la Astrología también es una. La Astrología nos ayuda a conocernos mejor y, cuando más nos conozcamos, más libres seremos para decidir cómo queremos actuar o como queremos vivir la vida.
En este sentido, la Astrología no nos determina la vida o el futuro sino que hace justo lo contrario, puesto que nos da más libertad, la libertad que otorga la conciencia, y nos abre un camino que empieza con el autoconocimiento y termina en un acto de voluntad, de intención y de responsabilidad personal.
Y por terminar, sólo desearos el mejor para este 2009 y que todos podamos acercarnos algo más a lo que ya somos y también al que queremos llegar a ser.
Otra parte de los críticos más enconados lo son porque creen que la Astrología es determinista o, lo que quiere decir lo mismo, que intenta o puede determinar nuestras vidas. Y es sobre este punto que me gustaría reflexionar, no con la intención de convencer a nadie, ya que todo el mundo es bien libre de pensar y creer lo que quiera, sino para explorar algunos fundamentos de la Astrología Psicológica.
La Astrología no nos determina. De hecho, nosotros somos los que determinamos nuestra vida y nuestro futuro. Y lo hacemos con nuestras decisiones, con nuestras creencias, con nuestros prejuicios, con nuestras aspiraciones, con nuestros potenciales y también con nuestras limitaciones, con nuestros complejos y nuestros miedos, con nuestras experiencias previas y con nuestros entornos familiares, sociales y culturales. Somos nosotros quienes determinamos nuestra vida.
Pero, ¿QUÉ ES NUESTRA VIDA? ¿ES LO QUE NOS PASA O ES CÓMO VIVIMOS EL QUE NOS PASA?
Para ilustrarlo podemos imaginar a dos personas que han pasado por una misma experiencia que podríamos definir en términos genéricos como difícil, como por ejemplo una misma enfermedad grave. Una de ellas la puede haber vivido de una manera absolutamente traumática y en cambio la otra la puede haber vivido como una oportunidad por darse cuenta de cosas y para cambiar conductas vitales que no funcionaban.
Cuando las dos miran su vida pasada, la primera siente este periodo de su vida como una desgracia mientras que la segunda lo siente como una época de experiencias vitales profundas y significativas. De hecho una misma experiencia vital se habrá convertido en experiencias diferentes y por lo tanto habrá modelado vidas diferentes.
Ya sabemos que con nuestras decisiones y acciones podemos cambiar muchos acontecimientos de nuestras vidas y por lo tanto también nuestras vidas. Pero ¿qué pasa con los acontecimientos que nos vienen dados desde fuera y que no se pueden cambiar? Si somos conscientes de que nuestras vidas están modeladas por la manera como vivimos nuestras experiencias, nos daremos cuenta que quizás no podremos cambiar ciertas experiencias pero sí que podremos cambiar como las queremos vivir y esto dependerá de una decisión personal y libre. Y cuánto más nos conozcamos a nosotros mismos, más fácil nos será tomar decisiones personales y libres.
Y ¿QUÉ QUIERE DECIR CONOCERSE UN MISMO?
Muchas veces tenemos falsas creencias sobre nosotros. Creemos que actuamos de una manera y resulta que lo hacemos justo de la manera contraria. Creemos que son los otros los que nos hacen cosas que no nos gustan y no nos damos cuenta que somos nosotros los que las provocamos. A veces nuestras acciones se mueven por prejuicios o miedos de los cuales no somos conscientes. A veces vivimos la vida con tanta subjetividad que nuestra visión de las cosas y de los acontecimientos es completamente diferente de la de los otros.
Autoconocerse quiere decir darse cuenta o tener conciencia de todo esto. Quiere decir saber qué miedos y prejuicios tenemos y qué tipos de pautas y conductas generan estos en nosotros. Quiere decir saber qué queremos. Quiere decir saber qué necesitamos, como podemos aprender a pedirlo o qué recursos tenemos por conseguirlo. Quiere decir interpretar objetivamente como los otros responden a nuestras acciones. Quiere decir interpretar objetivamente como respondemos nosotros a las acciones de los otros y porque lo hacemos de determinada manera. Quiere decir conocer qué hábitos y conductas funcionan de manera automática en nuestra relación con los otros o con la vida.
Si no somos conscientes de como actuamos o de como respondemos a ciertas acciones, no podremos cambiar esta manera de actuar o de responder y por lo tanto seremos prisioneros de ella. En cambio, si nos damos cuenta de como actuamos de manera automática o inconsciente, podremos pararnos y decidir cuál queremos que sea nuestra respuesta ante una situación determinada.
Como ya he comentado otras veces, hay muchas maneras de llegar a este autoconocimiento y la Astrología también es una. La Astrología nos ayuda a conocernos mejor y, cuando más nos conozcamos, más libres seremos para decidir cómo queremos actuar o como queremos vivir la vida.
En este sentido, la Astrología no nos determina la vida o el futuro sino que hace justo lo contrario, puesto que nos da más libertad, la libertad que otorga la conciencia, y nos abre un camino que empieza con el autoconocimiento y termina en un acto de voluntad, de intención y de responsabilidad personal.
Y por terminar, sólo desearos el mejor para este 2009 y que todos podamos acercarnos algo más a lo que ya somos y también al que queremos llegar a ser.
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